Al iniciar el Semestre Académico; con una asignatura como el Filosofía Política, se constituye en toda una aventura de hacer filosofía. Este espacio es un acopio de lo que otros hicieron; lo importante es que ello debe servir para motivar la construcción de nuestra propia concepción, explicación, comprensión, descripción, explicación, y si fuera posible, predicción de lo que queremos construir nuestra forma de ver el mundo y a nosotros mismos.
La legitimidad tiene que ver con los valores de justicia que sirven de criterio sobre cómo debe ser la convivencia social. La legitimación está vinculada a la adhesión de los ciudadanos a las normas y valores vigentes. De esta forma, legalidad está relacionada con validez y con normas, la legitimidad está vinculada con justicia y con valores y la legitimación, con la eficacia y con hechos.
Pienso que para la búsqueda de la legitimidad, primeramente se debe llegar a acuerdos ideológicos que busquen el beneficio de la población, para que posteriormente se plasmen de forma legal y están sean acogidas legítimamente y llegar a la eficacia de la legitimación. ya que tiene que ver con la justicia social. ya que se be que muchas normas son legales pero no legitimas. REFUTEN SI NO ESTÁN DE ACUERDO, O COMPLEMENTEN.
Para poder entender la legitimidad tenemos que diferenciar de Legalidad que está vinculada con las normas validas, y la legitimación con la simpatía de los ciudadanos a las normas y valores. Podemos descifrar que legitimidad es la capacidad que tiene un gobierno para ser obedecido por la población sin tener que recurrir al uso de la amenaza o la fuerza Dependiendo del grado de legitimidad observada, depende la estabilidad de los regímenes políticos, una legitimidad plena nos conduce a un régimen estable, y una parcial a uno inestable, la ilegitimidad lo convierte en un régimen en crisis
en Filosofía Política, la legitimidad se vincula a la cuestión del fundamento o justificación del poder y como sabemos que la legitimidad es considerada como un elemento esencial para el buen funcionamiento de las instituciones políticas y jurídicas. entonces es tener un consenso con el pueblo y tomar tomar decisiones colectivas que beneficiaran a todos..un gobierno legitimo es un gobierno justo porque va caminado dentro de la legalidad...
La legalidad, legitimidad y legitimación son temas que hasta la actualidad existe mucha dificultades en su definición, pero sin duda son elementos esenciales para el buen funcionamiento de las instituciones. Otro punto importante es que la legalidad es todo aquello que ocurre dentro del marco legal dado como válido por la sociedad.
legalidad y legitimidad son principios casi similares pero en realidad existe un diferencia: Legalidad es un principio fundamental del Derecho público conforme al cual todo ejercicio del poder público debería estar sometido a la voluntad de la ley de su jurisdicción y no a la voluntad de los hombres. Lo legal es lo que cumple con la Ley: no contradice ninguna norma jurídica. Legalidad: Lo abstracto contenido en las leyes. Legitimidad: lo concreto reconocido por las leyes.
En el ámbito del derecho, LA LEGITIMIDAD define la cualidad de ser conforme a la ley, por lo tanto LOS ACTOS del ciudadano solo SON RECONOCIDOS por la misma como legítimos, si están en enmarcados dentro de lo establecido en las leyes, Es importante tener en cuenta que la legitimidad puede ser formal y material. La formal responde a los Órganos del Estado y su actuación en concordancia a los procedimientos establecidos en su Ordenamiento Jurídico. La legitimidad material, tiene que ver con el reconocimiento y aprobación del pueblo hacia las leyes y la actuación del Gobierno; mientras LA LEGALIDAD, es todo aquello establecido dentro de las normas jurídicas, que dan al Gobierno y/o al Ciudadano, LA FACULTAD Y LIBERTAD DE CONDUCIRSE bajo la regulación allí contemplada.
La legitimidad, es un término utilizado en la teoría del Derecho, en la ciencia política y en filosofía que define la cualidad de ser conforme a un mandato legal. En ciencia política es el concepto con el que se enjuicia la capacidad de un poder para obtener obediencia sin necesidad de recurrir a la coacción que supone la amenaza de la fuerza, de tal forma que un Estado es legítimo si existe un consenso entre los miembros de la comunidad política para aceptar la autoridad vigente. En este sentido el término tiene sus orígenes en el derecho privado sucesorio y aparece vinculado a la política en relación con la restauración monárquica tras la Revolución francesa. Esta apelación inicial a criterios tradicionales como justificación ética del ejercicio personal del poder es aceptada por Max Weber como uno de los tres tipos de legitimidad junto con la legitimación carismática (los subordinados aceptan el poder basándose en la santidad, heroísmo o ejemplaridad de quien lo ejerce) y la legitimación racional (los subordinados aceptan el poder de acuerdo con motivaciones objetivas e impersonales); convirtiéndola prácticamente en sinónimo de legalidad.
La legitimidad, es un término utilizado en la teoría del Derecho, en la ciencia política y en filosofía que define la cualidad de ser conforme a un mandato legal. En ciencia política es el concepto con el que se enjuicia la capacidad de un poder para obtener obediencia sin necesidad de recurrir a la coacción que supone la amenaza de la fuerza, de tal forma que un Estado es legítimo si existe un consenso entre los miembros de la comunidad política para aceptar la autoridad vigente. En este sentido el término tiene sus orígenes en el derecho privado sucesorio y aparece vinculado a la política en relación con la restauración monárquica tras la Revolución francesa. Esta apelación inicial a criterios tradicionales como justificación ética del ejercicio personal del poder es aceptada por Max Weber como uno de los tres tipos de legitimidad junto con la legitimación carismática (los subordinados aceptan el poder basándose en la santidad, heroísmo o ejemplaridad de quien lo ejerce) y la legitimación racional (los subordinados aceptan el poder de acuerdo con motivaciones objetivas e impersonales); convirtiéndola prácticamente en sinónimo de legalidad.1
La legitimidad en filosofía se considera respecto al conocimiento como saber; es decir, como conocimiento justificado. No se trata del conocimiento como legítimo en sí, cuyacompetencia correspondería a cada sujeto de forma individual. Nos referimos al “reconocimiento social” del discurso del saber cómo portador de un contenido verdadero por la legitimidad o, reconocimiento de autoridad, de quien lo pronuncia. Legitimidad aceptada por la comunidad científica en su caso, filosófica en otro, cultural, deportiva, etc. respecto a quien construye o define el discurso como competente. El problema de la legitimación del discurso o relato viene de la mano de la problemática generada en la segunda mitad del siglo XX cuando la ciencia reconoce la influencia de los paradigmas sociales y culturales en los cuales se reconoce la ciencia misma
En el campo de la política, la legitimidad es la justificación ética del origen del poder, del ejercicio del mando político, de la procedencia y aplicación de la ley o de cualquier otro acto de la autoridad pública. La legitimidad se refiere a la credencial ética para mandar y ser obedecido. Naturalmente que la naturaleza de esa credencial ha cambiado a lo largo del tiempo al ritmo de las mutaciones de la ética social. Hace doscientos años el título para mandar estaba dado por la sucesión hereditaria de la corona. Hoy se dice que es la democracia el sistema legitimador del poder. Y esto es cierto, porque ella envuelve un juicio de valor sobre el origen de la autoridad pública y la aptitud moral para ejercerla de acuerdo con las convicciones prevalecientes en nuestra época. El poder legítimo obliga moralmente a la obediencia, el ilegítimo no. Pero, ¿qué otorga legitimidad al poder? ¿Qué genera para los ciudadanos la obligación moral de obedecer? Las respuestas están más allá de la ley, puesto que ella puede también ser cuestionada en su legitimidad. La misma pregunta que nos hacemos respecto al poder podemos formulárnosla respecto a la ley. ¿Qué otorga legitimidad a la ley? ¿Qué genera para los ciudadanos la obligación de obedecerla? La respuesta está más allá de la ley. Está en los principios trascendentales que inspiran a la ley y a la autoridad. Esto nos lleva a la conclusión de que cada filosofía política, de conformidad con su peculiar concepción del mundo, tiene su propia y distinta perspectiva sobre la cuestión de la legitimidad. En otras palabras, que la percepción sobre la legitimidad o la legitimación de los gobiernos ha variado en el tiempo y en modo alguno es independiente de las ideologías políticas. Los gobiernos pueden ser legítimos en su origen y en su ejercicio. En su origen cuando se instituyen de acuerdo con los procedimientos jurídico-formales establecidos o bajo imperativos históricos de cambio en sociedades atrasadas o despóticas; y en su ejercicio, según la forma de manejo del poder. Hay factores de ilegitimación de gobiernos que fueron legítimos en su origen: el autoritarismo, el abuso del poder, el egoísmo de los grupos dirigentes que creen que el poder está hecho para su uso particular, la <corrupción de los mandos políticos, la impericia, negligencia o imprudencia en el desempeño del mando. Todos estos son factores de “deslegitimación” de la autoridad pública. La elección naturalmente que es un factor que legitima al gobernante. Su poder de mando nace de la voluntad del pueblo electoralmente expresada. Es una legitimidad de origen que puede persistir o terminarse en el curso del ejercicio del poder. Un gobierno legítimo por su origen puede tornarse ilegítimo después, en el desempeño del mando, por razones de abuso de autoridad, de corrupción, de incompetencia o de servicio a intereses particulares. A la inversa, un gobierno constituido al margen de la ley —como suelen ser todos los gobiernos revolucionarios— puede legitimar su presencia en el mando del Estado en función de sus actos de interés general. Lo ideal es que la ley sea legítima, pero no siempre lo es. En todo caso, es importante advertir que la legalidad y la legitimidad no marchan juntas necesariamente.
Debemos considerar que los términos esbozados en este acápite, pues son confusos, no solo para mi sino también para cualquier persona que estudia una u otra ciencia de saber, ahora mucho más para los no tienen un poquito de conocimiento de ello, mucho menos si no se han interesado por definir, o investigar las diferencias. Por legitimidad, desde mi humilde entender, es aquella potestad, que tiene una persona para imponer su capacidad política, por intermedio del pueblo. En otras palabras, es potestad jurídica y preparada de un determinado poder político, que viene dada por un grupo de personas. Por otro lado, la legalidad es, la inserción al poder político, por intermedio del pueblo, respetando ciertas normas dadas por un determinado poder del estado o institución. Pero que es de necesidad respetar las normas jurídicas que establecen la formas de llegar al poder. En el poder; tenemos como ejemplo el caso de Fujimori, quien tuvo legitimidad, pero no legalidad. Otro ejemplo, seria a mi entender, el caso de la ley derogado conocida como la ley pulpin, me refiere a la ley laboral juvenil… He estado revisando algunos artículos, pero en realidad, todo es norma, cuando respecta a legalidad, y legitimidad, abarca todo lo que es posición del pueblo, grado aceptación, de cualquier acción. Por lo que , creo que esto debe quedar claro y libre de suspicacias conceptuales.
En el ámbito de la política, hay un elemento muy importante y significativo que es la legitimidad política y que implica el resguardo para todo aquello que quiera realizar. La legitimidad política es central para que una figura o un partido puedan hacer frente a los desafíos que le tocan encarar o para proponer políticas de trabajo propios. Hay numerosas maneras de construir o mantener la legitimidad política cuando un frente desea asentarse en el poder y usarlo para lograr sus objetivos, cualesquiera estos sean. La política es una compleja unión de situaciones y cuando un individuo o un grupo de individuos desean detentar el poder deben buscar los métodos para lograrlo y que eso sea aprobado. La legitimidad se puede construir directa o indirectamente en el mundo de la política: mientras la legitimidad directa es aquella que se realiza a través de las elecciones o de actos específicos como actos o muestras públicas, la legitimidad indirecta se puede lograr a través de actos, discursos, palabras, decisiones que tengan como objetivo final buscar la satisfacción de determinado sector social y con eso asegurar así su apoyo. Cuando esto ocurre, la legitimidad es mucho más fuerte porque se construye a un nivel inconsciente y no tan mecánico como un acto eleccionario. Esto es así debido a que la legitimidad inconsciente se basa en las emociones y lo sensible, lo cual deja de ser racional y se asienta muy profundo, como suele pasar con gobiernos populistas que idolatran a determinadas figuras políticas que se transforman en la figura paternal que cuida al pueblo y que requiere así de su permanente apoyo y acompañamiento.
Desde diferentes perspectivas los seres humanos dentro de una sociedad están obligados a cumplir ciertas normas y reglas de conducta, pero no todas las normas impuestas gozan de la aceptación general de la sociedad y su legitimidad por lo tanto sufre una negación al ser transgredida, a pesar de que dichas normas hayan sido creados dentro del marco legal,por tal motivo la sociedad esta inmersa en un gran dilema si cumplir o no con la legitimidad desde su criterio personal y ala vez colectivo.
cuando hablamos de legitimidad en el ambito de la politica se conone como, el que se enjuicia la capacidad de un poder para obtener obediencia sin necesidad de recurrir a la coacción que supone la amenaza de la fuerza, de tal forma que un Estado es legítimo si existe un consenso entre los miembros de la comunidad política para aceptar la autoridad vigente. En este sentido el término tiene sus orígenes en el derecho privado sucesorio y aparece vinculado a la política en relación con la restauración monárquica tras la Revolución francesa. Esta apelación inicial a criterios tradicionales como justificación ética del ejercicio personal del poder es aceptada por Max Weber como uno de los tres tipos de legitimidad junto con la legitimación carismática (los subordinados aceptan el poder basándose en la santidad, heroísmo o ejemplaridad de quien lo ejerce) y la legitimación racional (los subordinados aceptan el poder de acuerdo con motivaciones objetivas e impersonales); convirtiéndola prácticamente en sinónimo de legalidad.
La legitimidad tiene que ver con los valores de justicia que sirven de criterio sobre cómo debe ser la convivencia social. La legitimación está vinculada a la adhesión de los ciudadanos a las normas y valores vigentes. De esta forma, legalidad está relacionada con validez y con normas, la legitimidad está vinculada con justicia y con valores y la legitimación, con la eficacia y con hechos.
ResponderEliminarPienso que para la búsqueda de la legitimidad, primeramente se debe llegar a acuerdos ideológicos que busquen el beneficio de la población, para que posteriormente se plasmen de forma legal y están sean acogidas legítimamente y llegar a la eficacia de la legitimación. ya que tiene que ver con la justicia social. ya que se be que muchas normas son legales pero no legitimas. REFUTEN SI NO ESTÁN DE ACUERDO, O COMPLEMENTEN.
ResponderEliminarPara poder entender la legitimidad tenemos que diferenciar de Legalidad que está vinculada con las normas validas, y la legitimación con la simpatía de los ciudadanos a las normas y valores.
ResponderEliminarPodemos descifrar que legitimidad es la capacidad que tiene un gobierno para ser obedecido por la población sin tener que recurrir al uso de la amenaza o la fuerza
Dependiendo del grado de legitimidad observada, depende la estabilidad de los regímenes políticos, una legitimidad plena nos conduce a un régimen estable, y una parcial a uno inestable, la ilegitimidad lo convierte en un régimen en crisis
en Filosofía Política, la legitimidad se vincula a la cuestión del fundamento o justificación del poder y como sabemos que la legitimidad es considerada como un elemento esencial para el buen funcionamiento de las instituciones políticas y jurídicas. entonces es tener un consenso con el pueblo y tomar tomar decisiones colectivas que beneficiaran a todos..un gobierno legitimo es un gobierno justo porque va caminado dentro de la legalidad...
ResponderEliminarLa legalidad, legitimidad y legitimación son temas que hasta la actualidad existe mucha dificultades en su definición, pero sin duda son elementos esenciales para el buen funcionamiento de las instituciones. Otro punto importante es que la legalidad es todo aquello que ocurre dentro del marco legal dado como válido por la sociedad.
ResponderEliminarlegalidad y legitimidad son principios casi similares pero en realidad existe un diferencia:
ResponderEliminarLegalidad es un principio fundamental del Derecho público conforme al cual todo ejercicio del poder público debería estar sometido a la voluntad de la ley de su jurisdicción y no a la voluntad de los hombres. Lo legal es lo que cumple con la Ley: no contradice ninguna norma jurídica.
Legalidad: Lo abstracto contenido en las leyes.
Legitimidad: lo concreto reconocido por las leyes.
En el ámbito del derecho, LA LEGITIMIDAD define la cualidad de ser conforme a la ley, por lo tanto LOS ACTOS del ciudadano solo SON RECONOCIDOS por la misma como legítimos, si están en enmarcados dentro de lo establecido en las leyes, Es importante tener en cuenta que la legitimidad puede ser formal y material. La formal responde a los Órganos del Estado y su actuación en concordancia a los procedimientos establecidos en su Ordenamiento Jurídico. La legitimidad material, tiene que ver con el reconocimiento y aprobación del pueblo hacia las leyes y la actuación del Gobierno; mientras LA LEGALIDAD, es todo aquello establecido dentro de las normas jurídicas, que dan al Gobierno y/o al Ciudadano, LA FACULTAD Y LIBERTAD DE CONDUCIRSE bajo la regulación allí contemplada.
ResponderEliminarLa legitimidad, es un término utilizado en la teoría del Derecho, en la ciencia política y en filosofía que define la cualidad de ser conforme a un mandato legal.
ResponderEliminarEn ciencia política es el concepto con el que se enjuicia la capacidad de un poder para obtener obediencia sin necesidad de recurrir a la coacción que supone la amenaza de la fuerza, de tal forma que un Estado es legítimo si existe un consenso entre los miembros de la comunidad política para aceptar la autoridad vigente. En este sentido el término tiene sus orígenes en el derecho privado sucesorio y aparece vinculado a la política en relación con la restauración monárquica tras la Revolución francesa. Esta apelación inicial a criterios tradicionales como justificación ética del ejercicio personal del poder es aceptada por Max Weber como uno de los tres tipos de legitimidad junto con la legitimación carismática (los subordinados aceptan el poder basándose en la santidad, heroísmo o ejemplaridad de quien lo ejerce) y la legitimación racional (los subordinados aceptan el poder de acuerdo con motivaciones objetivas e impersonales); convirtiéndola prácticamente en sinónimo de legalidad.
La legitimidad, es un término utilizado en la teoría del Derecho, en la ciencia política y en filosofía que define la cualidad de ser conforme a un mandato legal.
ResponderEliminarEn ciencia política es el concepto con el que se enjuicia la capacidad de un poder para obtener obediencia sin necesidad de recurrir a la coacción que supone la amenaza de la fuerza, de tal forma que un Estado es legítimo si existe un consenso entre los miembros de la comunidad política para aceptar la autoridad vigente. En este sentido el término tiene sus orígenes en el derecho privado sucesorio y aparece vinculado a la política en relación con la restauración monárquica tras la Revolución francesa. Esta apelación inicial a criterios tradicionales como justificación ética del ejercicio personal del poder es aceptada por Max Weber como uno de los tres tipos de legitimidad junto con la legitimación carismática (los subordinados aceptan el poder basándose en la santidad, heroísmo o ejemplaridad de quien lo ejerce) y la legitimación racional (los subordinados aceptan el poder de acuerdo con motivaciones objetivas e impersonales); convirtiéndola prácticamente en sinónimo de legalidad.1
La legitimidad en filosofía se considera respecto al conocimiento como saber; es decir, como conocimiento justificado. No se trata del conocimiento como legítimo en sí, cuyacompetencia correspondería a cada sujeto de forma individual. Nos referimos al “reconocimiento social” del discurso del saber cómo portador de un contenido verdadero por la legitimidad o, reconocimiento de autoridad, de quien lo pronuncia. Legitimidad aceptada por la comunidad científica en su caso, filosófica en otro, cultural, deportiva, etc. respecto a quien construye o define el discurso como competente.
ResponderEliminarEl problema de la legitimación del discurso o relato viene de la mano de la problemática generada en la segunda mitad del siglo XX cuando la ciencia reconoce la influencia de los paradigmas sociales y culturales en los cuales se reconoce la ciencia misma
En el campo de la política, la legitimidad es la justificación ética del origen del poder, del ejercicio del mando político, de la procedencia y aplicación de la ley o de cualquier otro acto de la autoridad pública.
ResponderEliminarLa legitimidad se refiere a la credencial ética para mandar y ser obedecido. Naturalmente que la naturaleza de esa credencial ha cambiado a lo largo del tiempo al ritmo de las mutaciones de la ética social. Hace doscientos años el título para mandar estaba dado por la sucesión hereditaria de la corona. Hoy se dice que es la democracia el sistema legitimador del poder. Y esto es cierto, porque ella envuelve un juicio de valor sobre el origen de la autoridad pública y la aptitud moral para ejercerla de acuerdo con las convicciones prevalecientes en nuestra época.
El poder legítimo obliga moralmente a la obediencia, el ilegítimo no. Pero, ¿qué otorga legitimidad al poder? ¿Qué genera para los ciudadanos la obligación moral de obedecer? Las respuestas están más allá de la ley, puesto que ella puede también ser cuestionada en su legitimidad. La misma pregunta que nos hacemos respecto al poder podemos formulárnosla respecto a la ley. ¿Qué otorga legitimidad a la ley? ¿Qué genera para los ciudadanos la obligación de obedecerla? La respuesta está más allá de la ley. Está en los principios trascendentales que inspiran a la ley y a la autoridad.
Esto nos lleva a la conclusión de que cada filosofía política, de conformidad con su peculiar concepción del mundo, tiene su propia y distinta perspectiva sobre la cuestión de la legitimidad. En otras palabras, que la percepción sobre la legitimidad o la legitimación de los gobiernos ha variado en el tiempo y en modo alguno es independiente de las ideologías políticas.
Los gobiernos pueden ser legítimos en su origen y en su ejercicio. En su origen cuando se instituyen de acuerdo con los procedimientos jurídico-formales establecidos o bajo imperativos históricos de cambio en sociedades atrasadas o despóticas; y en su ejercicio, según la forma de manejo del poder. Hay factores de ilegitimación de gobiernos que fueron legítimos en su origen: el autoritarismo, el abuso del poder, el egoísmo de los grupos dirigentes que creen que el poder está hecho para su uso particular, la <corrupción de los mandos políticos, la impericia, negligencia o imprudencia en el desempeño del mando. Todos estos son factores de “deslegitimación” de la autoridad pública.
La elección naturalmente que es un factor que legitima al gobernante. Su poder de mando nace de la voluntad del pueblo electoralmente expresada. Es una legitimidad de origen que puede persistir o terminarse en el curso del ejercicio del poder. Un gobierno legítimo por su origen puede tornarse ilegítimo después, en el desempeño del mando, por razones de abuso de autoridad, de corrupción, de incompetencia o de servicio a intereses particulares. A la inversa, un gobierno constituido al margen de la ley —como suelen ser todos los gobiernos revolucionarios— puede legitimar su presencia en el mando del Estado en función de sus actos de interés general.
Lo ideal es que la ley sea legítima, pero no siempre lo es. En todo caso, es importante advertir que la legalidad y la legitimidad no marchan juntas necesariamente.
Debemos considerar que los términos esbozados en este acápite, pues son confusos, no solo para mi sino también para cualquier persona que estudia una u otra ciencia de saber, ahora mucho más para los no tienen un poquito de conocimiento de ello, mucho menos si no se han interesado por definir, o investigar las diferencias.
ResponderEliminarPor legitimidad, desde mi humilde entender, es aquella potestad, que tiene una persona para imponer su capacidad política, por intermedio del pueblo. En otras palabras, es potestad jurídica y preparada de un determinado poder político, que viene dada por un grupo de personas.
Por otro lado, la legalidad es, la inserción al poder político, por intermedio del pueblo, respetando ciertas normas dadas por un determinado poder del estado o institución. Pero que es de necesidad respetar las normas jurídicas que establecen la formas de llegar al poder.
En el poder; tenemos como ejemplo el caso de Fujimori, quien tuvo legitimidad, pero no legalidad.
Otro ejemplo, seria a mi entender, el caso de la ley derogado conocida como la ley pulpin, me refiere a la ley laboral juvenil…
He estado revisando algunos artículos, pero en realidad, todo es norma, cuando respecta a legalidad, y legitimidad, abarca todo lo que es posición del pueblo, grado aceptación, de cualquier acción. Por lo que , creo que esto debe quedar claro y libre de suspicacias conceptuales.
En el ámbito de la política, hay un elemento muy importante y significativo que es la legitimidad política y que implica el resguardo para todo aquello que quiera realizar. La legitimidad política es central para que una figura o un partido puedan hacer frente a los desafíos que le tocan encarar o para proponer políticas de trabajo propios. Hay numerosas maneras de construir o mantener la legitimidad política cuando un frente desea asentarse en el poder y usarlo para lograr sus objetivos, cualesquiera estos sean.
ResponderEliminarLa política es una compleja unión de situaciones y cuando un individuo o un grupo de individuos desean detentar el poder deben buscar los métodos para lograrlo y que eso sea aprobado. La legitimidad se puede construir directa o indirectamente en el mundo de la política: mientras la legitimidad directa es aquella que se realiza a través de las elecciones o de actos específicos como actos o muestras públicas, la legitimidad indirecta se puede lograr a través de actos, discursos, palabras, decisiones que tengan como objetivo final buscar la satisfacción de determinado sector social y con eso asegurar así su apoyo.
Cuando esto ocurre, la legitimidad es mucho más fuerte porque se construye a un nivel inconsciente y no tan mecánico como un acto eleccionario. Esto es así debido a que la legitimidad inconsciente se basa en las emociones y lo sensible, lo cual deja de ser racional y se asienta muy profundo, como suele pasar con gobiernos populistas que idolatran a determinadas figuras políticas que se transforman en la figura paternal que cuida al pueblo y que requiere así de su permanente apoyo y acompañamiento.
Desde diferentes perspectivas los seres humanos dentro de una sociedad están obligados a cumplir ciertas normas y reglas de conducta, pero no todas las normas impuestas gozan de la aceptación general de la sociedad y su legitimidad por lo tanto sufre una negación al ser transgredida, a pesar de que dichas normas hayan sido creados dentro del marco legal,por tal motivo la sociedad esta inmersa en un gran dilema si cumplir o no con la legitimidad desde su criterio personal y ala vez colectivo.
ResponderEliminarcuando hablamos de legitimidad en el ambito de la politica se conone como, el que se enjuicia la capacidad de un poder para obtener obediencia sin necesidad de recurrir a la coacción que supone la amenaza de la fuerza, de tal forma que un Estado es legítimo si existe un consenso entre los miembros de la comunidad política para aceptar la autoridad vigente. En este sentido el término tiene sus orígenes en el derecho privado sucesorio y aparece vinculado a la política en relación con la restauración monárquica tras la Revolución francesa. Esta apelación inicial a criterios tradicionales como justificación ética del ejercicio personal del poder es aceptada por Max Weber como uno de los tres tipos de legitimidad junto con la legitimación carismática (los subordinados aceptan el poder basándose en la santidad, heroísmo o ejemplaridad de quien lo ejerce) y la legitimación racional (los subordinados aceptan el poder de acuerdo con motivaciones objetivas e impersonales); convirtiéndola prácticamente en sinónimo de legalidad.
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